Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior de España, ha destacado la importancia de reforzar la prevención en origen para controlar la migración irregular, logrando una reducción del 63% en las llegadas a Canarias. Durante la cumbre del MED5 en Malta, subrayó que solo mediante alianzas basadas en confianza se puede frenar este fenómeno. También expresó su preocupación por los hubs de retorno propuestos por algunos Estados miembros y abogó por un mecanismo de solidaridad efectivo dentro del pacto migratorio europeo. La declaración conjunta adoptada por los cinco países enfatiza la necesidad de cooperación con naciones de origen y tránsito para abordar las causas profundas de la migración.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha insistido en la necesidad de “centrar esfuerzos y recursos en la prevención en origen” como estrategia más efectiva para controlar las llegadas irregulares. Durante su intervención en la novena cumbre del MED5, celebrada en Vittoriosa (Malta), el ministro destacó que la experiencia de España con países africanos demuestra que solo se puede reducir la migración irregular mediante “alianzas integrales basadas en la confianza y el beneficio mutuo”.
Grande-Marlaska subrayó el éxito del modelo español, que ha logrado disminuir en un 63 por ciento las llegadas a través de la ruta atlántica hacia Canarias. “A pesar de nuestras diferencias, aún existe margen para la cooperación y la unidad entre los países del MED5”, afirmó el ministro.
En su discurso, el titular de Interior expresó sus reservas respecto a la efectividad de los hubs de retorno promovidos por algunos Estados miembros, advirtiendo sobre los posibles riesgos que estos centros podrían acarrear para las relaciones con terceros países. “Los Estados interesados en explorar medidas innovadoras deberían hacerlo sin perjudicar el papel de actores en la dimensión exterior, tanto de la UE como de naciones que no comparten este enfoque”, precisó.
Asimismo, Grande-Marlaska alertó sobre el peligro de “redefinir y flexibilizar” aspectos ya acordados en el pacto migratorio europeo, como el principio de solidaridad efectiva. “Es crucial garantizar que el mecanismo de solidaridad ofrezca un apoyo adaptado a las necesidades de los Estados miembros que enfrentan presión migratoria”, declaró durante el plenario. También calificó como “decisivo” el próximo lanzamiento del mecanismo anual de solidaridad, que determinará las contribuciones y requerimientos específicos de cada país.
Durante esta cumbre, también estuvo presente el comisario europeo de Interior y Migración, Magnus Brunner. En este marco, Grande-Marlaska mantuvo una reunión bilateral con el viceministro de Migración y Protección Internacional de Chipre, Nicholas A. Ioannides, cuyo país asumirá la presidencia del Consejo durante el primer semestre de 2026.
En consonancia con lo defendido por España, los cinco países participantes adoptaron una declaración conjunta instando a que se garantice un mecanismo de solidaridad obligatorio dentro del pacto migratorio europeo. Este mecanismo debe proporcionar “un apoyo oportuno, eficaz y basado en las necesidades” para aquellos países bajo presión migratoria.
La declaración también enfatiza la importancia de colaborar con países de origen y tránsito. Los firmantes solicitaron a la Comisión Europea consolidar asociaciones existentes y trabajar en nuevas colaboraciones globales junto a otros terceros países clave.
A su vez, reafirmaron su compromiso para abordar las “causas profundas” de la migración mediante la creación de oportunidades laborales en los países de origen y vías legales para migrantes. Además, se comprometieron a seguir fortaleciendo la lucha contra las redes dedicadas al tráfico ilícito de personas.
Por último, el MED5 abogó por ampliar el mandato de Frontex para permitir retornos directos desde terceros países y solicitó mayor flexibilidad en su compromiso exterior mediante programas robustos de reintegración y marcos atractivos para otros estados. Asimismo, pidieron a Frontex incrementar recursos destinados a la prevención en origen, incluyendo vigilancia en aguas internacionales, asegurando así un apoyo “oportuno y eficaz” a los Estados miembros en sus fronteras exteriores.