a selección española de Jaume Antoni Munar parece haberse abonado a las resurrecciones en la Copa Davis. Si en octavos levantó por primera vez un 0-2 ante Dinamarca, este jueves ha repetido el truco frente a la República Checa y ha certificado su pase a las semifinales por primera vez desde 2019. Lo hizo tras otro arranque torcido —derrota inicial de Pablo Carreño ante Jakub Mensik— y otro empujón final del que ya empieza a ser su seguro de vida: el 'Mágico' Munar y el dobles formado por Marcel Granollers y Pedro Martínez.
Munar, en uno de los partidos más sólidos de su temporada, igualó la serie derrotando en dos sets (6-3, 6-4) a Jiri Lehecka, número 17 del mundo. Sin artificios pero con autoridad, sosteniendo un servicio que funcionó como metrónomo. “Tengo plena confianza, con o sin Carlos —en referencia a la ausencia de Alcaraz—. Uno debe aferrarse a lo que tiene”, ha explicado después del partido. Lo ha dicho con la calma de quien vive su mejor momento (36 del ranking ATP) y ha encontrado en el ‘indoor’ un territorio donde su tenis respira sin viento ni ruidos.
Todo ha quedado entonces en manos del dobles español, que venía con cicatriz compartida. Solo habían jugado cuatro partidos juntos en la Davis, pero los tres anteriores terminaron en victoria. La conexión no es casual; viene de casa. Gerard, hermano de Granollers, fue entrenador de Pedro Martínez y aún hoy se nota en los ángulos y en los silencios.
El dobles volvió a funcionar en la Copa Davis. Granollers y Martínez derrotaron a Machac y Mensik por un doble 7-6(8) en un partido que ha acumulado más tensión que intercambios. España rompió de inicio y llegó a ponerse 3-1, pero los checos empezaron a golpear sin miedo, apretando hasta llevar el set a un ‘tie break’ donde llegaron a disfrutar de tres bolas de manga. Y las tres se evaporaron. En la segunda oportunidad española, una derecha de Mensik se marchó a ningún sitio, como un globo perdido en el techo del pabellón.
La segunda manga calcó la primera: igualdad, nervios y otro desempate. España levantó dos bolas de set —otra vez— ante una República Checa que, por si fuera poco, había improvisado a última hora. El histórico Tomas Berdych decidió sustituir al doblista Adam Pavlasek por Mensik, y el joven checo acabó entregando el partido con una doble falta que va directa al archivo de errores inolvidables de la Davis.
Con la proeza consumada, España espera ahora rival para las semifinales del sábado (12.00 horas). La elección saldrá del duelo entre Alemania y Argentina, con un matiz no menor: el equipo alemán cuenta con Alexander Zverev, número tres del mundo y el único top-10 presente en esta Final a 8 de Bolonia. La película del fin de semana, en cualquier caso, ya tiene protagonistas con confianza renovada y una ‘Armada’ que vuelve a reconocerse en lo que fue, un equipo que, incluso sin Nadal ni Alcaraz, juega con los dientes apretados y sin mirar atrás.