OPINION

Haciendo el indio

Julio Fajardo Sánchez | Lunes 17 de noviembre de 2025

He visto una fotografía del supuesto grupo de indígenas amazónicos que se manifiestan en la cumbre del clima. Salvo las plumas que se ponen en la cabeza tienen de indígenas lo que yo de bombero. Son indígenas fake y es una lástima que el activismo presente esta cara de falsedad intencionada que se corresponde con la actitud de los que atentan contra las obras de arte de los museos.

Hace años, más de 40, estuve en Brasil en un acto de hermanamiento del Ayuntamiento de La Laguna con Sao Paulo, por ser el padre Anchieta el fundador de esa inmensa ciudad. Nos recibió la Prefeita, que presidía un parlamento de 370 concejales en una capital de cerca de 12 millones de habitantes. Quintuplicaba con creces a la población de las Islas Canarias, pero nosotros íbamos con el orgullo de ser compatriotas de Anchieta y eso nos daba unas ínfulas terribles. Al final fuimos recibidos después de un coro ruso y una comisión de mujeres de la limpieza, y pudimos departir con la alcaldesa que, según mi primo Hansi, era “zapatona”. En el aeropuerto de Río de Janeiro, ya de regreso, uno de nuestros expedicionarios le puso la pegatina que le quedaba a una joven con aspecto de nórdica diciendo: “Padre Anchieta, La Laguna”, a lo que la otra respondió, sacando una de su mochila y plantándosela en el pecho, “Ecologista, Estocolmo”.

Estos falsos yanomamis, con pieles blancas como la leche, gafas rayban y cabellos rubios escondidos bajo unas plumas de colores —de esas que les venden a los turistas— son la avanzadilla política de un cambio climático que se usa como ariete para un cambio político de mayor alcance. Esto no se puede disimular y es la causa de tanto negacionismo que nadie sabe de donde viene, pero que se achaca a posiciones ultra no deseadas. El clima es mucho más serio que todo esto, y no se resuelve con batucadas ni con Gretas ni con flotillas. ¿Alguien se ha preguntado cuáles son los motivos del crecimiento de la ultraderecha en los países democráticos? Buena parte de la responsabilidad la tienen estas actitudes heroicas que la sociedad, más o menos sensata y poco beligerante, no está dispuesta a admitir. Ya sé que esto que digo no puede ser bien recibido por quienes intentan imponer el concepto de lo políticamente correcto. Quiero decir que lo que expongo es incorrecto, pero no por eso deja de ser verdadero.

Ahora estamos en la semana de Franco y salen los revisionistas a cuestionar la Transición. Pasará sin pena ni gloria dentro de unos días, cuando los guionistas decidan cambiar el relato. Ya llevamos unos cuantos meses después del anuncio de un pacto de Estado por el clima y no se ha dado un paso adelante. Es igual que en la foto que se publica en El País, con unos cuantos suecos con plumas en la cabeza haciéndose pasar por la protesta de un movimiento indigenista. Mañana hablaremos de otra cosa. Mañana será otro día, que era el título de un programa radiofónico de Mauricio Gómez Leal.


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