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A mis 7 estrellas verdes

Domingo 19 de octubre de 2025
Por Daniel Falero

La bandera canaria estuvo y está en todas las luchas de Canarias, absolutamente en todas, en cualquier concentración del pueblo canario a pie de calle, siempre ondea la bandera tricolor: blanca como la espuma de las olas, azul como el mar y amarilla como el gofio, con las 7 estrellas verdes unidas en un círculo de hermandad ha sido, es y será la voz de unidad de un pueblo.

La bandera nació en los años 60, en tiempos en que levantarla era jugarse la vida. Desde entonces, se convirtió en emblema de todos los que luchaban por mejoras sociales: portuarios en huelga, estudiantes perseguidos, barrios machacados por la pobreza. Hasta ese momento, no teníamos una bandera que fuese el símbolo de todo el archipiélago, y por eso las 7 estrellas verdes calaron con fuerza.

En nuestra historia ha habido varios momentos en los que han intentado modificar nuestra bandera, y no es casualidad, ya que cambiar los símbolos nacionales solo tiene por objetivo rebajar su simbolismo y dejarlos sin valor.

Recientemente CC y PP pretenden sumar una octava estrella por La Graciosa y venderlo como un gesto de “inclusión”. ¿Pero por qué el PP en 2005 criticó a CC por incluir esta bandera en el Estatuto de Autonomía, y años después defiende la inclusión de la octava estrella? Pues eso, en un claro intento de borrar nuestra memoria colectiva.

Les propongo ahora que visiten el Puerto de La Luz y hablen con los viejos estibadores, les contarán cómo la bandera ondeaba en las grúas durante las huelgas; paseen por La Laguna y hablen con quienes protestaron contra Franco; vayan hoy a cualquier barrio humilde de Telde, Arrecife o La Isleta y verán que aún cuelga de balcones, como un grito silencioso contra la turistificación y gentrificación. No es un trozo de tela cualquiera, es nuestra memoria viva.

Incluso a estas alturas parece que tenemos que seguir defendiendo la integridad de este importante símbolo de la canariedad, y por ello propongo actuar:

  • Blindarla como patrimonio cultural del pueblo canario, para que esté protegida igual que el silbo o los tambores.
  • Explicar en las aulas qué representa, para que los chinijos y chinijas entiendan que no es un símbolo ajeno, sino parte de su historia, pasada y presente.

Canarias, en un momento tan crítico como es el actual, no puede permitirse olvidar sus luchas, y conocer la historia de sus victorias, porque la batalla por lograr nuestra integridad territorial y una cota de autogobierno que nos permita garantizar el porvenir de la sociedad canaria no ha terminado. Las 7 estrellas verdes son la brújula que nos recuerda de dónde venimos y hacia dónde debemos caminar, y si dejamos que la manoseen, la corrompan o la degeneren, ¿qué referente les vamos a dar a los chiquillos para que no se olviden de su identidad?

Yo no lo veo como una nostalgia romántica o un simple capricho, lo siento como una cuestión de supervivencia como pueblo, de nuestra identidad. Y guste o no, las 7 estrellas verdes siguen siendo un símbolo que late con la fuerza de la calle, en las protestas, en las romerías y en los terreros de lucha.

Yo puedo decirlo con rabia, pero nadie lo expresó con tanta belleza como Tarajano:

«La bandera de mi patria , tiene un recio pedestal en toda mi alma canaria, sin la mancha colonial.

Es la bandera que marca, las señas de identidad: el amarillo, Canarias; el azul, la libertad; el verde, bella esperanza; el blanco, fecunda paz

y siete estrellas que llaman, a fértil fraternidad.

Blanca, azul y amarilla, es mi bandera con siete estrellas verdes, que reverberan.

Esa bandera, que me bese la cara cuando me muera.

¡Mira que suerte: sentirme buen canario hasta la muerte».

Daniel Falero, presidente de la gestora insular de Liberación Canaria en Gran Canaria.


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