Las asociaciones profesionales de guardias civiles y los sindicatos de policías nacionales denuncian que los agentes en comisión de servicio —como en la Operación Verano— cobran las mismas dietas fijadas en el año 2002: 48,92 € para alojamiento y 28,21 € para comida diaria, sin que las cuantías hayan sido actualizadas en 23 años.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) en España ha subido un 69,8 % desde aquel año 2002. Lo que entonces costaba 100 euros, ahora cuesta 170 euros. Si aplicamos ese dato, la dieta de alojamiento debería situarse en unos 83 € diarios, y la manutención en 48 €.
Según la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), en temporada alta un alojamiento estándar supera los 120 € por noche. Comer tres veces al día puede costar entre 45 y 60 euros al día, por lo que la dieta de manutención sólo cubriría una de las tres comidas. El resto, deben costearlo los funcionarios de su propio peculio.
El Real Decreto 462/2002, sobre indemnizaciones por razón del servicio, estableció hace 23 años las cuantías del grupo retributivo 3, al que pertenecen policías y guardias civiles de la escala básica. Desde entonces, no se han actualizado, ni siquiera cuando la inflación lo reclamaba. AUGC reclama que se ajusten “al menos” anualmente al IPC, como sucede con las retribuciones salariales.
Si se hubieran actualizado las cuantías de las dietas según el IPC, la dieta completa debería rondar los 130 € diarios, muy lejos de los actuales 77 € (48,92 + 28,21). Y aún así seguiría siendo muy escasa, sobre todo el determinados lugares del archipiélago.
“No es aceptable que en 2025 vivamos con cifras del 2002”, alerta un portavoz de AUGC Baleares, que califica esta situación como “una falta de respeto”.
Por otra parte, desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) se ha denunciado ante la Inspección de Trabajo la situación precaria de los agentes que son comisionados con dietas escasas y tienen que adelantar dinero de sus bolsillos, convirtiéndose en prestamistas del EStado ante la falta de liquidez en las cajas pagadoras de la Dirección General de la Policía.
Los miembros de la Guardia Civil y Policía que vienen comisionados a Baleares como refuerzo estival disponen de dietas claramente desfasadas, lo que les obliga a detraer dinero de sus retribuciones para abonar los gastos derivados de trasladarse fuera de sus lugares de residencia para trabajar.