Según el propio Gobierno, se trata de una estructura permanente para analizar el mercado inmobiliario en las Islas. Esto evidencia con claridad el enfoque desde el que se plantea: no como un derecho fundamental, sino como un producto del mercado. Una vez más, la vivienda continúa tratándose como un activo financiero, y no como lo que realmente es: un derecho constitucional y un derecho humano.
Además, resulta especialmente grave que este observatorio nazca obviando a los colectivos sociales que, día a día, trabajan, denuncian y proponen soluciones reales para garantizar este derecho. No se ha contado con nosotras. No se ha convocado a quienes llevamos años sosteniendo redes de apoyo, visibilizando la emergencia habitacional, organizando a las inquilinas y señalando a los verdaderos responsables: la especulación, la turistificación y la desprotección institucional.
Obviarnos desde el principio no augura nada bueno.
Tememos, y con razones fundadas, que OBVIA termine siendo otro órgano burocrático más que, lejos de facilitar soluciones, sirva para diluir responsabilidades y seguir legitimando un modelo que favorece a constructoras, promotoras e intereses financieros. Un instrumento más de blanqueo para unas políticas que, hasta ahora, han sido claramente ineficaces y profundamente injustas.
Porque la solución no pasa por crear nuevas estructuras, sino por aplicar, con valentía, las medidas que ya sabemos que funcionan:
• Recuperar y poner en uso social las viviendas vacías, incluidas las propiedad de la SAREB.
• Limitar y regular los precios del alquiler.
• Declarar zonas tensionadas y aplicar las medidas correspondientes.
• Detener la turistificación que expulsa a las vecinas de sus barrios.
• Invertir en vivienda pública de alquiler y en servicios públicos que dignifiquen la vida en los barrios.
• Inspeccionar y erradicar las infraviviendas y los subarriendos ilegales que precarizan a cientos de personas en nuestras islas.
Desde Derecho a Techo lo decimos con claridad:
la solución no es más burocracia, es voluntad política.
Es garantizar vivienda digna, proteger a quienes alquilan y recuperar los barrios para vivir, no para especular.
Por eso, y con rotundidad, obviamos OBVIA. Porque nace ignorando a quienes estamos en primera línea, porque perpetúa un enfoque mercantilista y porque refuerza el camino que nos ha llevado a esta crisis habitacional.
No necesitamos más observatorios, necesitamos políticas valientes.
Y no vamos a dejar de exigirlas.
Movimiento Vecinal Derecho al Techo