OPINION

De aquellos lodos estos fangos

Julio Fajardo Sánchez | Jueves 29 de mayo de 2025

Tiene muy mala pinta lo que sucede en la política española. Al final el fango es como la tinta del calamar, trata de proteger a quien lo produce. Este mandato fue inaugurado, desde las primarias, por un equipo de fontaneros en los que se apoyó la conquista del poder. Esta circunstancia es cada vez más evidente y, en el interior de un partido del que me consta su seriedad, está empezando a hacerse insoportable.

Una bola de nieve formada por embustes y rectificaciones ha ido aumentando, atemperada por el relato, hasta que ya no permite ver otra cosa que la enorme trampa en que consistió la aventura arriesgada de cuatro mosqueteros en un coche intentando recuperar el espacio político de donde habían sido desalojados. Una simple operación de asalto al poder. Esta y no otra es la historia que estamos viviendo en los últimos días. La de lo que no se puede tapar porque la manta no te da para más. Créanme que me duele tener que decir estas cosas, pero es así como las siento y las veo y me resulta difícil observarlas de otra manera.

Leo en los medios que alguien debería parar esta situación, pero aquí se prefiere seguir jugando al y tú más. Todavía el PSOE está a tiempo de salvar los muebles, pero para ello tendrá que abandonar el triunfalismo y comenzar a reconocer sus errores, que no son pocos. De los socios que lo acompañan en el Gobierno no puede esperarse nada. Son la rémora histórica que tenemos que soportar como la tradición cainita española. La política no puede ser osadía todo el tiempo; pero no porque esa sea una virtud exigible solo a los aguerridos, sino porque los tontos no están dispuestos a serlo para siempre; y si alguien lo cree se engaña.

No se observan reacciones positivas. Ni el anuncio de un nombramiento político en Interior, ni la amenaza a los miembros de los medios de comunicación y del poder judicial son medidas que tiendan a la pacificación ni a aquella anunciada regeneración política, siempre basada en que la culpa es del contrario. Atrincherarse en estas tesis no hará otra cosa que incrementar la tensión hasta hacer que el ambiente sea insoportable. Ya no valen los consejos de Zapatero. Por ahí no vamos a ninguna parte. Hay otra gente en el socialismo aparte de los Ábalos, los Koldos, los Cerdanes y las Leires. Claro que sí. Aunque también reconozco que el apoyo ciego al liderazgo no permita ver la realidad en su justa medida. Cuando alguien ejerza la crítica harán como con Felipe González y lo meterán en el saco del fango y la fachosfera. Lo llevan haciendo desde hace tiempo y ya la caldera no aguanta más presión.

Conozco a una gran mayoría de personas en ese partido que se avergüenzan de esta situación y darían lo que fuera para salir de ella. También considero que es un compromiso bastante difícil, pero siempre sería mejor que el hundimiento total.


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