En un partido entre dos equipos descendidos el Tenerife regresó sin puntos de Cartagena, donde el árbitro se convirtió en el centro de atención al mostrar una tarjeta roja injusta a Landázuri y anular un gol a Luismi Cruz.
Al descanso, el cuadro blanquiazul se encontraba en desventaja frente al Cartagena, otro equipo que había descendido. Este partido estuvo marcado por la inexplicable expulsión de Landázuri en el minuto 18, cuando el árbitro cometió un error al interpretar una falta del central ecuatoriano sobre el local Álex Millán, a pesar de que no hubo contacto entre los dos jugadores.
Resulta curioso que los responsables del VAR no se tomaran la molestia de contactar a su colega para que pudiera revisar la jugada.
A partir de ese momento, el equipo blanquiazul, que había logrado algunas oportunidades prometedoras, intentó reestructurarse en su defensa y dejó de ser proactivo.
El Cartagena logró generar varias oportunidades y, en el minuto 40, Millán concretó con un remate que significó el 1-0, resultado con el cual se llegó al descanso del partido.
Luismi Cruz y Mellot fueron introducidos en el juego por Cervera durante el descanso, lo que benefició al equipo. Luismi mostró una gran participación, posicionándose en la banda izquierda y buscando tanto la diagonal como la línea de fondo. Por su parte, Mellot aportó velocidad y solidez defensiva a una zaga tinerfeñista que había sido debilitada.
Con valentía, los blanquiazules decidieron salir a dar la cara, sin rendirse ni conformarse. Si habían logrado hacerlo con 11 jugadores, ¿por qué no intentarlo ahora con diez?
Los jugadores de Cervera lograron dominar el juego hasta conseguir el empate; sin embargo, esta vez el VAR solicitó al árbitro que revisara la jugada. Como resultado, el gol de Luismi Cruz fue anulado debido a una falta cometida antes del remate por parte del atacante andaluz. Por otro lado, David Rodríguez recibió una tarjeta amarilla por la infracción y no podía creer lo que estaba sucediendo.
El Tenerife continuó presionando por la banda de Luismi, mientras que un Cartagena que aparentaba estar en desventaja numérica se veía cada vez más reducido.
Cervera había mantenido una actitud comedida desde el banquillo, pero finalmente no pudo contenerse y fue expulsado por protestar las constantes decisiones arbitrales que consideraba injustas.
Ya en tiempo de descuento, Sergio casi logra el empate, pero su tiro desde el segundo palo, algo forzado, se elevó demasiado y se perdió por encima del arco.