Además de al encarecimiento de los carburantes y de los paquetes turísticos, Estadística ha atribuido el repunte del IPC en julio al hecho de que los precios del vestido y el calzado han bajado menos de lo que lo hicieron en el mismo mes de 2022.
En sentido contrario, el INE subraya que en julio bajaron los precios de la electricidad y el gas, frente al repunte que experimentaron en el mismo mes del año pasado.
El organismo incorpora en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que en julio subió tres décimas, hasta el 6,2%, situándose casi 4 puntos por encima del IPC general.