El armador de la embarcación, Jorge Durán, ha explicado a Gaceta Náutica que "como no corten esto vamos a dejar de navegar, tanto los que vienen de turismo como los nacionales porque un día va a haber una desgracia".
"Veníamos de Galicia y acercándonos al Estrecho con el levante duro que había nos echamos a tierra hacia Barbate y nos embistieron. Menos mal que no ha pasado nada y han sido daños materiales", ha recordado Durán antes de subrayar que "nos atacaron cuatro orcas, tres quedaron mirando y una se tiró a por el timón".
Cabe recordar que a principios del pasado mes de mayo, se produjo el ataque más grave de 2023 cuando un grupo de orcas derribaron un velero cerca de Cádiz. El primer ataque registrado se produjo en el Estrecho de Gibraltar en mayo de 2020, y desde entonces se han registrado docenas de casos.
Según un artículo publicado recientemente en la revista 'Marine Mammal Science', en los ataques participaron nueve ballenas en dos grupos: un trío, a veces un cuarteto, de juveniles; y un grupo de edad mixta liderado por una hembra madura llamada White Gladis. Dado que Gladis era la única hembra madura implicada, los autores del artículo especularon con la posibilidad de que hubiera sufrido un accidente con un barco y hubiera adoptado un comportamiento retributivo, que fue copiado por las ballenas más jóvenes.