OPINION

La situación de la exclusión en Canarias

Juan Pedro Rivero González | Jueves 17 de marzo de 2022

Cuando estés leyendo estas líneas se estará preparando en la Casa Mesa, del Patronato Nava, la presentación del Informe autonómico 2021 que Cáritas ha solicitado a la Fundación Foessa. Hemos querido tener en la mano, las dos Cáritas diocesanas del Archipiélago, una radiografía realista de qué situación social nos ha dejado la COVID-19 unida a la endémica situación de pobreza que nuestras islas vienen sufriendo.

No quiero ahora adelantarles nada al respecto. Tiempo tendremos para ir analizando este riguroso y sociológicamente científico informe que ha puesto en nuestras manos la Fundación. Quienes estén acostumbrados a estudios sociales reconocerán que una muestra realizada sobre 1.616 personas en 627 hogares, en relación con una población total de 2.175.952 personas que somos en las islas, produce un porcentaje de error en canarias no superior al 2,4 %. Por eso considero que debemos estar atentos a los resultados que se nos ofrecen. Sin un análisis claro de lo que ocurre cualquier solución que se plantee tendrá una posibilidad de acierto complicada. La miopía es poco justificada para acertar al enhebrar el hilo en la aguja de las soluciones que edifiquen el bien común.

Si no tomamos en cuenta los análisis previos y los informes serios, si no abandonamos la emergente actitud electoralista que condiciona todo tipo de políticas en las administraciones públicas, si es el marketing lo que priva a la hora del compromiso social, poco efecto van a tener los deseos de solución de los graves -cada vez más graves- problemas de las personas que vivimos en Canarias.

No se trata de oír lo que Cáritas, con tantas otras organizaciones sociales del tercer sector, está diciendo a quien la quiera escuchar. No se trata solo de oír. Se trata de escuchar, de prestar atención con positiva actitud. Porque lo que dice viene avalado por ese enorme rosario de agentes de pastoral socio caritativa, comprometidos de manera voluntaria, que no han cerrado durante la Pandemia. Esas personas voluntarias que son el alma de esta institución que este año cumple su 70 aniversario de creación canónica al servicio de la fraternidad y solidaridad que nace del Evangelio.

No me resisto a dibujar, aunque solo sea en una dimensión, el rostro feo de esta exclusión: el crecimiento de la población de canarios que tienen problema de vivienda. Esta situación, en sus múltiples formas, afecta a un tercio de la población. A uno de cada tres. O sea, que no es una pataleta puntual de unos poco desnortados. Esto es grave. Pero todo el Informe se quedará en un cuadro estadístico colgado en la pared, en un libro bien editado colocado en la estantería, si no comenzamos a escuchar con seriedad lo que oímos que se dice con rigor.

Después que el Papa Francisco nos ha revelado su devoción al “Sueño de San José” -una hermosa imagen en la que el esposo de María recibe en sueños la visita divina-, soñar se ha convertido en una ocasión para vestir de esperanza el futuro. Una forma de reconstruir la utopía. Pues yo sueño con una administración pública, con cargos políticos y con funcionarios rigurosos que, por espíritu de servicio al pueblo al que sirven, vayan a la web de Cáritas y se lean despacito el Informe Autonómico sobre “Exclusión y Desarrollo social en Canarias” que la Fundación Foessa nos presenta hoy a todos los canarios en San Cristóbal de La Laguna.

Sueño que haya valido la pena el riguroso trabajo realizado.


Noticias relacionadas