Nacido en Mount Kisco, en el estado de Nueva York, Gavin MacLeod pasó los primeros años de su vida en Pleasantville (Nueva Jersey), y, por razones artísticas, cambió su nombre original, Allan George See, por el que finalmente será recordado.
Tras graduarse en Bellas Artes y de prestar el servicio militar en la Fuerza Aérea, MacLeod trabajó como acomodador y ascensorista en el mítico Radio City Music Hall de Nueva York antes de trasladarse a Los Ángeles en busca de hacer realidad su sueño de convertirse en un actor famoso.
No lo tuvo fácil, porque su físico (perdió el pelo a muy temprana edad, prácticamente en su primera juventud) le restringía el acceso a los papeles de galán romántico, tan en boga en el Hollywood de esa época. No obstante, tuvo la oportunidad de trabajar, siempre en papeles secundarios, en algunos títulos memorables de la historia del cine, entre ellos la desternillante ‘El guateque’, bajo las órdenes de Blake Edwards y con Peter Sellers como protagonista.
Aún así, no sería el cine el que ofreciera a MacLeod la ocasión de popularizar su nombre, sino la televisión. En primer lugar, la oportunidad le llegó de la mano del show de Mary Tyler Moore, desaparecida también hace algunos años. Por su interpretación como Murray Slaughter, Gavin MacLeod se hizo acreedor a dos nominaciones a los Globos de Oro.
Su colaboración en este proyecto finalizó en 1977, justo en el momento en que le llegó la oferta de su vida: interpretar al tierno y campechano capitán Merrill Stubing, principal anfitrión del ‘crucero del amor’ (‘The love boat’), título original de la serie que en España se denominó ‘Vacaciones en el mar’, y cuyos episodios se rodaron ininterrumpidamente entre 1977 y 1986.
Las historias de amor y desamor de los pasajeros del ‘Princesa del Pacífico’, siempre magníficamente atendidos por la tripulación que comandaba el capitán Stubing, alcanzaron tal repercusión que diversos estudios realizados durante esa época, en España y en otros países, demostraron que la demanda de cruceros había aumentado exponencialmente gracias al éxito de la serie.
La trayectoria posterior de MacLeod no fue especialmente destacable, aunque disfrutó del placer de reencontrarse con su querida ‘Princesa del Pacífico’ a lo largo de diversos episodios adicionales rodados en el transcurso de los años 90.
Hoy, la tripulación de la entrañable embarcación que semanalmente partía del puerto de Los Ángeles para dirigirse a Acapulco y otros destinos paradisiacos de la costa americana, llora la muerte de quien, durante diez inolvidables años, fue su respetado y querido capitán.